Los consumidores de contenido digital deben ser capaces de identificar riesgos como estafas por Internet, ciberacosos, la adicción a la red y otros problemas que pueden existir. Conozca las ventajas de informarse en estos campos.
Con el acceso a las nuevas tecnologías, la ciudadanía se informa también tomando como fuentes las redes sociales. Eso hace que las personas estén expuestas a contenidos de toda índole, incluso aquellos que dañan o desinforman. En esta nota te contamos qué es la alfabetización mediática y su importancia.
La realidad es que existe dificultad a la hora de discernir entre la información verificada y la información falsa; y así mismo sucede con las fuentes; son o no confiables. Podemos decir que es evidente cuando aparecen informaciones que incitan al racismo, teorías de conspiración, contenidos que muestran ironía, ridiculez para criticar particularmente en el contexto de temas políticos, religiosos o sociales. Sin embargo, ciertos contenidos pueden confundir y a veces no se entendería de manera inmediata como satírico; además, una información sin contexto puede engañar.
La información es creada, se difunde y se acumula, pero es necesario conocer cómo se comparte y se consulta sobre ella. Cada vez más, las personas desarrollan relaciones de confianza y relaciones cercanas con dispositivos inteligentes controlados por una inteligencia artificial, y Big Data.
Por ejemplo, cuando damos un clic en una página, pagamos con tarjeta de crédito, publicamos imágenes o comentamos en redes, encendemos el GPS, entre otras acciones que realizamos en el internet, se generan datos masivos que son analizados con Big Data.
El Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos informó que el volumen de ciberfraude se ha multiplicado por cuatro con la pandemia; aprovechándose de la crisis, los estafadores ofrecían asesoramiento falso sobre el Covid-19 para persuadir a los destinatarios a que hicieran clic en sus enlaces, lo que les permitía descargar un programa malicioso y recabar información personal y financiera.
Por ese tipo de problemas que se presentan al estar conectados en las redes, es necesaria la alfabetización mediática e informacional (AMI). La alfabetización consiste en empoderar a los usuarios mediante el aprendizaje de la tecnología, adquisición de conocimientos sobre las funciones de los medios de comunicación, mecanismos para creación y distribución de contenidos; los efectos de los medios de comunicación, los derechos al acceso a la información y expresión, así como el uso ético de las nuevas tecnologías.
Los consumidores de contenido digital deben ser capaces de identificar riesgos como estafas por Internet, ciberacosos, la adicción al Internet y otros problemas que pueden existir al estar en la red, y sobre todo saber dar respuestas a todo ese tipo de contenidos que circula de manera masiva e instantánea para no caer en información que pueda dañar.
La forma en que accedemos y difundimos la información se debe hacer de manera crítica, sobre todo acompañada de una alfabetización mediática e informacional.
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