Jun 27

¿Cómo se amplifica la desinformación?

Cada usuario de redes sociales juega un papel fundamental en la transmisión o el control de la desinformación. Una desinformación puede llegar hasta a 100.000 personas, mientras que las noticias rara vez llegan a más de 1.000.

La desinformación se publica con la intención de engañar y confundir. En la actualidad, con el surgimiento de las redes sociales, aparecen contenidos que imitan a los medios de comunicación confiables y se transmiten rápidamente. En esta nota te explicaremos cómo se amplifican o viralizan los contenidos engañosos en internet.

Se han detectado varias formas de manipulación de la información, que no se queda sólo en contenidos inventados, sino que responden a contenidos fabricados, que para su verificación presentan una dificultad. Con esto, podemos decir que la desinformación cada vez es más sofisticada.

Como se mencionó anteriormente, existen contenidos que imitan a los medios o a instituciones reconocidas, aquí te presentamos las formas de  desinformación:

 

  1. Un post publica una supuesta página en la se deben registrar personas que no recibieron el bono. Esa publicación de Facebook contenía un link que conduce a una web que busca aumentar sus clics a través de una falsa oferta.

2. Usan imágenes de políticos y de periodistas ecuatorianos. Es otra forma cómo consiguen  viralizar las entrevistas falsas, con un enlace a una página Web que suplanta el nombre del medio de comunicación. El siguiente ejemplo trata de una entrevista falsa sobre operaciones en Bitcoins de políticos y periodistas ecuatorianos. 

Con el aparecimiento de las redes sociales ha cobrado mayor protagonismo la desinformación. Es decir, las plataformas actúan como amplificadores, multiplicando el impacto; debido a que los usuarios de las redes sociales participan al compartir, publicar y de esa manera se viraliza.

Otro de los aspectos de cómo se amplifica es debido a los algoritmos de las mismas plataformas. Estos controlan, en gran medida, la predeterminación selectiva de la información que vemos. Los algoritmos regulan la difusión de información dentro de estas plataformas, por lo tanto, las redes sociales actúan como cámaras de ecos, mostrando los contenidos a los usuarios.

Un estudio publicado por Science, en 2018, detectó que la desinformación llega a muchas más personas que las noticias veraces.  El 1% de las noticias falsas más difundidas llegan a entre 1.000 y 100.000 personas, mientras que las noticias veraces rara vez llegan a más de 1.000 personas.

La desinformación es la que más rápido circula, ya que apelan a las emociones y se presentan como novedosas.