Desde el 2009 se ha declarado el 20 de octubre como el Día Internacional de Acción por la Despatologización Trans. Ser respetuoso y promover el respeto a la diversidad es también una cuestión digital.
Por: Emilio León, asesor psicosocial de Diálogo Diverso
“La visibilidad es poder. Sólo cuando se otorga la visibilidad podemos alzar nuestras voces y promover el disfrute de los Derechos Humanos”.
Érika Castellanos.
El artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos estipula que toda persona tiene derecho a la libertad de opinión y expresión. Esto incluye el respeto a sus opiniones, a investigar, recibir y difundir opiniones e informaciones sin límite. Este artículo, también se debe aplicar a todo el contenido que cada persona sube, comparte y difunde en sus redes sociales.
La diversidad se vuelve contenido
En teoría, se debería respetar aquello que cada individuo sube, por más nuevo, diverso o diferente que sea, debido a que es un derecho. La individualidad juega un papel significativo en la sociedad, ya que siempre va a haber gente diferente. No sólo en su forma de vestir, actuar o en su cultura, sino también en su expresión e identidad. La humanidad es diversa, y en nombre de respetar esa diversidad, se introduce la palabra ética.
La ética digital es la tolerancia, aceptación y consideración hacia aquello que estamos observando en redes sociales. Gracias a la diversidad, en vez de atacar el contenido que no es de nuestro agrado, se considera tolerarlo, aceptarlo o dejar de consumirlo. Desde hace algunas décadas, los prejuicios y la estigmatización estaban a la orden del día. Sin embargo, la creciente visibilidad de la diversidad en el espacio digital ha logrado normalizar a la comunidad LGBTIQ+ de una manera ética y libre. A pesar de esto, el panorama no es 100% inclusivo, sobre todo para personas trans (persona cuya identidad de género es distinta al sexo biológico), quienes todavía viven distintas formas de violencia digital sólo por ser quienes son.
¿Qué pasa si se me nota lo trans?
Vivimos en una sociedad que todavía nos exige, como población LGBTIQ+, que sepamos mimetizar quiénes somos. Esto se conoce como cultura de passing (capacidad de una persona para ser considerada como parte de un grupo o categoría de identidad diferente del suyo). Aplicado a la población trans género, significa ser reconocida por el resto del mundo como como una persona cis (persona cuya identidad de género concuerda con el sexo biológico), es decir, con el género que se identifica tanto en lo virtual como en lo real.
¿Qué ocurre cuando no me reconocen como una persona cis? La respuesta a esta pregunta no es nada alentadora. En los medios de comunicación digitales y tradicionales, por ejemplo, se hace énfasis en el sexo asignado al nacer de una persona trans, hecho que invalida su identidad y genera comentarios sobre la apariencia de una persona sobre si se nota que es de un sexo o de otro, si podrá o no tener hijos, si es una persona con un trastorno mental o no. Un ciclo interminable de discriminación, estigma, prejuicios y rechazo hacia las personas trans. La exposición a este tipo de violencia, provoca afectaciones en su salud mental, como ideación suicida, depresión, ansiedad, exclusión social y conductas evitativas. Por lo tanto, las personas trans se ven obligadas a vivir en la cultura del passing, para no recibir comentarios o acusaciones que afecten su integridad y libertad.
¿Puedo ser trans en internet?
Actualmente, el sensacionalismo de algunos medios, portales y redes, ha generado mucha polémica alrededor de la participación de personas trans en deportes o certámenes de belleza. Su discurso principal hace énfasis en el sexo que se le asignó a la persona al nacer y que, por tal razón, no puede ser considerada del género opuesto.
Los tan conocidos memes que, en más de una ocasión generan risas, llegan a ser un arma de doble filo. Divertidas y ofensivas. Cuando se los crea para enfatizar las características físicas que “delatan” a una persona trans que no logra mimetizar en lo cis, estos generan debates infinitos que se llenan de violencia digital.
Como navegantes conscientes de las redes sociales y de todo el espacio digital, erradicar las violencias hacia personas trans en comentarios o contenido gráfico está en nuestras manos. Lo mejor que podemos hacer es educarnos sobre conceptos o temas que no son de dominio popular. Esto no sólo permitirá tener más información, sino informar a nuestro círculo social para promover el respeto de la identidad de cada persona. Valernos de la información que podemos encontrar en internet para ir eliminando estereotipos y permitirnos vivir sin miedo a la discriminación.
Para las personas trans, mostrar su proceso de transición en redes es un acto revolucionario que trae como consecuencia mucha violencia digital, pues, al existir mucha desinformación sobre este tema, los comentarios para referirse a su apariencia física, salud mental, procedimientos quirúrgicos y comportamiento son críticos y, muchas veces, dolorosos. Por esto, desde el 2009 se ha declarado el 20 de octubre como el Día Internacional de Acción por la Despatologización Trans, cuyo objetivo es visibilizar la situación de las personas trans, exigir que se retire de los manuales de diagnóstico médico a la transexualidad como trastorno mental (esto se retiró en el 2018 y fue ubicado en otro apartado de los manuales) y el acceso a una atención sanitaria públicamente cubierta, el cambio del modelo de atención sanitaria hacia un enfoque de consentimiento informado, el reconocimiento legal de género sin requisitos médicos, la despatologización de las infancias trans y la protección contra la transfobia.
Esta nota fue elaborada por DIÁLOGO DIVERSO para Ecuador Verifica, la coalición de lucha contra la desinformación que une a medios de comunicación, universidades y organizaciones de la sociedad civil.
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