Se trata de un concepto clave en los actuales tiempos. ¿Qué pueden hacer los padres, las escuelas, el Estado y el propio usuario para fomentar una relación saludable con la tecnología? Una guía que todos deberíamos leer.
“Antes se utilizaba el internet como forma de escape de la realidad. Ahora la realidad es una forma de escape de internet”, dice el director de la firma Cobertura Digital, Christian Espinosa Baquero, sobre las relaciones cada vez más complejas e incluso conflictivas del ser humano con el mundo digital y sus nuevos e imparables desarrollos y aplicaciones.
“Vivimos prácticamente esclavizados por pantallas y es necesario tener consciencia de la calidad del tiempo que pasamos ahí”, considera el experto, sobre el uso del internet en diferentes actividades cotidianas.
Espinosa, también catedrático universitario y tallerista de competencias digitales, formula dos recomendaciones prácticas para entablar y mantener una relación saludable y equilibrada con la tecnología:
- No interrumpir actividades que usualmente son vitales, pero que se dejan de realizar “por estar conectados” como mantener contactos personales significativos, comer, hacer deporte o dormir en las horas adecuadas.
- Definir los objetivos de uso del internet y enfocarnos en ellos: “Tener una agenda clara de lo que queremos hacer cuando estamos en pantalla, saber para qué estamos ahí y que no sean las pantallas las que rijan nuestra vida”.
Este par de recomendaciones claves se inscriben en lo que los expertos llaman ‘Bienestar Digital’, es decir, mantener y desarrollar una relación saludable con las tecnologías en un mundo que las utiliza para el trabajo, estudios, comunicaciones, turismo y un largo etcétera de quehaceres cotidianos.
En consecuencia, el bienestar digital es una responsabilidad de todos, pero, ¿cómo empezar?
La jefa de proyectos educativos de Fundación Telefónica Ecuador, Ana Daniela Naranjo, responde que es necesaria una distinción básica: el bienestar digital no sólo es saber usar dispositivos tecnológicos y redes sociales, sino aplicar habilidades, conocimientos y destrezas que permitan que el uso del internet sea seguro, positivo, creativo y crítico.
Naranjo, comunicadora y especialista en transformación digital, puntualiza cuatro recomendaciones indispensables para usar internet considerando que el hecho de que “algo sea digital, no significa que no sea real”, por tanto, en el mundo digital la gente puede tener los mismos riesgos que en el mundo real:
- Discriminar el contenido al que accede en internet
- Prevenir los riesgos
- Tener claro el concepto de privacidad
- Crear una reputación positiva
En resumen, señala Naranjo, “todo lo que yo haga en el mundo digital puede tener consecuencias, igual que en el mundo real”. Nadie escapa de esta responsabilidad, agrega Naranjo, al señalar los papeles de tres de los actores más importantes para alcanzar dicho bienestar:
- Padres: mediación para el uso seguro del entorno digital por parte de sus hijos pequeños.
- Escuela: desarrollo de competencias críticas para el uso del internet.
- Estado: implementación de políticas públicas y aprobación de leyes para hacer del internet un espacio más seguro, incluida la búsqueda activa de contenido malicioso y de delitos informáticos
¿Y la responsabilidad individual de cada usuario? Naranjo comenta las principales responsabilidades que, de manera individual y, sobre todo, práctica, deben ejercer dos de los usuarios más importantes:
- Padres: dar a sus hijos un buen ejemplo de “desconexión virtual” y enseñar a sus hijos a no excederse en el uso del internet y dispositivos tecnológicos.
- Profesores: saber discriminar informaciones falsas y enseñar cómo hacerlo a sus estudiantes.
¿Qué opina un profesional que vive 100% de la tecnología?
El director ejecutivo de la agencia de marketing digital Betta Team, Bernardo Pazmiño, sostuvo que lo principal es consumir de una manera crítica los contenidos que aparecen en internet, lo cual implica la responsabilidad individual de verificar la fuente, en particular de aquellos temas de importancia.
Frente a la denominada “procrastinación” o distracciones innecesarias que retrasan actividades o situaciones que deben atenderse de forma prioritaria, Pazmiño recomienda “siempre mantener presente el objetivo principal y objetivos secundarios de la investigación, proceso, propuesta en sí”.
“Las distracciones, no sólo en el mundo digital, son constantes y es recomendable tener el enfoque y la perseverancia para conseguir los objetivos que se proponen”, acotó, luego de recordar las ventajas y beneficios de cada vez más plataformas y servicios digitales que facilitan la vida.
¿Y qué dice Google?
En la academia online y gratuita del gigante tecnológico Google, Garage Digital, se puede acceder al “Curso de introducción al Bienestar Digital”, en el que el objetivo es “desarrollar y mantener una relación saludable con la tecnología. Se trata de buscar formas de aprovechar la tecnología para que nos ayude a alcanzar nuestros objetivos, en lugar de distraernos, interrumpirnos o interponerse. Tener el control de la tecnología nos permite aprovechar todo su potencial y disfrutar de todos sus beneficios”.
RESUMEN DEL CURSO DE INTRODUCCIÓN AL BIENESTAR DIGITAL DE GOOGLE
El bienestar digital consiste en:
– Obtener los beneficios de la tecnología, sin las distracciones no deseadas.
– Entablar y mantener una relación saludable y equilibrada con la tecnología.
¿Cómo nos puede ayudar el bienestar digital?
– A enfocarnos y comprometernos más.
– Estar más presentes y ser más productivos y eficaces en nuestras tareas.
El mito del ‘multitask’ o tareas simultáneas con nuestros dispositivos
– Investigaciones demuestran que realizar varias tareas al mismo tiempo disminuye significativamente nuestras capacidades cognitivas:
– No hay atención plena al pasar de una pantalla a la otra.
Notificaciones, distracción fácil
– Los niveles de dopamina aumentan al revisar cada una de las numerosas notificaciones que te distraen con facilidad
Demora en volver a concentrarse
– Hasta 25 minutos demora una persona en volver a enfocarse en la tarea que realizaba en un principio tras distraerse por revisar, sin control, notificaciones de correo electrónico.
Relaciones laborales y personales:
– Dejar de lado la tecnología a veces puede ayudarnos a estar completamente presentes y conectarnos con las personas que nos rodean.
Empatía y calidad del diálogo
– En una conversación, si una persona mira o atiende su teléfono, su interlocutor siente que hay una falta de empatía y que la calidad del diálogo baja.
Desconexión
– En ocasiones, desconectarte de la tecnología permite conectarte mejor con tus emociones y tu cuerpo, con los consiguientes beneficios para disminuir el estrés y dormir mejor.
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