Especialistas en seguridad sostienen que el crimen evolucionó ante una desinstitucionalización de los organismos públicos.
La exministra de transporte y obras públicas de Ecuador María de los Ángeles Duarte, sentenciada por corrupción en el caso Sobornos, difundió en su cuenta de Twitter que en 2016 se habían reducido las muertes violentas, pero que desde 2017 han ido en aumento sostenidamente. “Desde la traición de Moreno, aumentaron”, escribió. Las cifras son ciertas, la curva de homicidios intencionales va en aumento desde 2017, año en que asumió el poder Lenín Moreno, de la mano del correísmo y de Alianza PAIS.
La deplorable situación actual del Ecuador en seguridad NO ES RESULTADO de 14 años,
al 2016 se habían reducido las muertes violentas. Desde la traición de Moreno, la destrucción del Estado y su "giro" a la derecha, Ecuador ha retrocedido. NO HAY NECESIDAD DE MENTIR @MashiRafael pic.twitter.com/o15eNTDHAl— María Duarte P. (@MariaDuartePesa) September 5, 2021
La exministra Duarte incluye al actual Gobierno como causante de esta realidad, pero hay que decir que el actual Gobierno tiene apenas 100 días en el poder.
El presidente del COE nacional, Juan Zapata, explicó a Ecuador Verifica que el número de muertes violentas se le puede dar la misma lectura que al item homicidios intencionales que registra el Ministerio de Gobierno en su web y, ciertamente, este número creció constantemente desde 2017 hasta la fecha, con corte a julio de 2021.
Este recuadro con datos del Ministerio de Gobierno refleja cómo en 2017 se registraron 648 homicidios intencionales y para julio de 2021 esa cifra se duplicó hasta alcanzar las 1229 personas que perdieron la vida en hechos violentos.
La tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes también creció porque registró un porcentaje en 2017 de 0,48% y para la fecha el cierre de 2020 se ubicó en 0,65%, pero lo peor es que todo indica que 2021 cerrará en alza.
El experto en seguridad ciudadana Fernando Carrión explicó a Ecuador Verifica que la razón del incremento de este delito es que desde la toma de poder de Lenín Moreno se fue poco a poco “desarmando la institucionalidad del Estado y, por ello, el crimen evolucionó”.
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