Ene 14

Para luchar contra la desinformación hay que entenderla, ‘hagamos juntos el intento’

Las redes de la desinformación son cada vez más grandes y más elaboradas, que no existe un sólo tipo. Intentamos una clasificación.

La forma de transmitir la información ha cambiado, las narrativas han cambiado; ahora, con las nuevas tecnologías, se puede colaborar a difundir información rompiendo barreras geográficas, culturales y lingüísticas. Sin embargo, pueden conspirar contra la voluntad de las audiencias y evitar informarnos correctamente.

Nos enfrentamos a un nuevo fenómeno donde las informaciones virales de enunciados engañosos se propagan fácil y rápidamente. Pero, no hay que dejar de lado que: “La mentira es tan vieja como la humanidad, pero la falsedad propagada a través de las redes sociales es un fenómeno nuevo”, como señala Miguel Wiñazki, periodista argentino.

Lo nuevo es la velocidad con la que se propaga la información rápidamente a través de las redes sociales, cómo se viraliza. Estamos en una época donde los hechos veraces tienen menos influencia en la generación de opinión pública; más impacto tienen los mensajes, los discursos que apelan a las emociones, a los sentimientos o a lo que cree la gente. 

¿Cómo accedemos a la información?

La forma como accedemos a la información ha evolucionado. Con el crecimiento de las plataformas digitales y mensajería, el acceso y difusión de información es rápida. Según un estudio de 2020-2021 de Ecuador Estado Digital, 14 millones de perfiles en las redes sociales se mantienen activos, esto representa el 78,8% de la población.

En este último año existe un aumento de 2 millones de usuarios en comparación al anterior. De los 14 millones de usuarios que utilizan redes sociales, el 98% accede a través de dispositivos móviles. Las redes sociales más usadas en Ecuador son: Facebook, Instagram, Tik Tok y Twitter. El mismo estudio señala que un ecuatoriano permanece conectado en promedio 18,50 minutos por día en Facebook y revisa 8,83 páginas por visita. Facebook es la red más popular, seguida de YouTube.

En ese mismo orden se encuentra la desinformación. Una información falsa proviene de intereses creados, alejados y basados en un hecho real. Es así que podemos determinar tipos de desinformación que circulan diariamente; y que a veces llevados por la inmediatez de compartir una información caemos en la red de la desinformación.

Estos son algunos de los contenidos de información falsa a los que nos enfrentamos en las redes sociales:

 

  •   Sátira: Cuando el contenido muestra exageración, ironía, ridiculización.
  •   Contenido engañoso: Cuando el contenido no es completamente falso y contiene mayores elementos de falsedad que de certeza.
  •   Impreciso: Cuando la afirmación es consistente con los datos disponibles, pero se omite u oculta información.
  •   Manipulado: Cuando el contenido de imagen, audio o video fue editado o modificado para engañar a las personas.
  •   Falso: Cuando el contenido no tiene un fundamento real.

 Los formatos en los que se presentan: cadenas de textos, imágenes y texto, videos, audios. Antes de compartir una información dedica unos segundos para verificar. 

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