Desinformación maliciosa y mala información son los dos conceptos clave para entender cómo funciona la desinformación. Así lo explica César Ricaurte, director Ejecutivo de Fundamedios y parte de la coalición Ecuador Verifica, en el primer programa de Ecuador Verifica Live.
La desinformación maliciosa -explica Ricaurte- se refiere a los contenidos que tienen el objetivo de desestabilizar a una sociedad, generar desconfianza y temor. La mala información, si bien no se genera con una intención maliciosa, básicamente es información equivocada que genera efectos perniciosos en la población.
Ambos procesos en épocas electorales son mucho más dañinos ya que existen ciertos actores políticos que utilizan conscientemente la generación de esta desinformación para tratar de conquistar el poder de forma abierta, o bien de tratar de desestabilizar las instituciones democráticas, dice Ricaurte.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otros organismos internacionales han calificado a la desinformación como un atentado a la democracia. En ese sentido, Gabriela Alvear, cofundadora de la organización Diálogo Diverso, cita al Art.19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
La norma contempla la garantía fundamental que tienen todas las personas a informar, a ser informados y a obtener información clara, veraz y oportuna. Enfatiza que la información es un derecho y por lo tanto es un deber el guardar concordancia con lo que la Declaración determina y con lo que la Constitución de la República garantiza.
Tips para combatir la desinformación:
- Identificar la fuente de la información que recibimos
- Revisar si las imágenes pertenecen a nuestro país o no
- Verificar si los documentos, audios o videos que circulan tienen identidad o firma de responsabilidad
- No compartir contenido si hay dudas de su veracidad
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