La posverdad para algunos expertos es simplemente un sinónimo de mentira, mientras que para otros es una situación de crear y modelar la opinión pública. Este tema lo analizamos con Susana Piedra, ex presidenta de la Federación Nacional de Periodistas y Ana Minga, coordinadora del Proyecto de Fact Checking y Udla Channel Chequea, en el programa Ecuador Verifica Live.
En el mundo digital surge una nueva dinámica en el flujo de la información que intenta manipular, distorsionar la realidad, donde los hechos objetivos tienen menos influencia. Detrás de las nuevas tecnologías de información hay un campo complejo, desde cómo se accede y se difunde la información. Esto nos lleva a reflexionar: ¿estamos recibiendo una información real o estamos frente a un contenido engañoso?
Ana Minga se refiere a la posverdad como un hecho complejo que se vive actualmente: “estamos luchando por lo que es verdad, por lo que es mentira (…) Hemos caído en un caos en el que hay mayor facilidad de decir mentiras y que estas pasen por verdad”, explica. De esa manera determina la época donde se usa esta palabra de posverdad.
Para Susana Piedra, la posverdad es “como una publicidad engañosa que gracias a la tecnología ha pasado a ser utilizada para crear verdades, para manipular la opinión pública”.
La posverdad construye un relato con un marcado carácter emocional que va a afectar a los públicos. Se ven vídeos manipulados, discursos que no necesariamente representan a una realidad. Sin embargo, con la multitud de medios de comunicación al alcance de la mayoría se puede decir que estamos empoderados, pero sin percibir la falsedad del asunto. Minga, enfatiza que en esta época de posverdad “ya nos estamos saltando hasta las reglas de la dignidad humana”, donde las verdades y las mentiras pueden mezclarse apelando a las emociones.
La recomendación que hace Susana Piedra es “buscar de donde me llegó la información, por responsabilidad de cada uno, debe verificar la fuente, las cifras, los contenidos, para poder compartirla”. Minga recalca la importancia del Fact checking, volver al periodismo serio “no podemos decir que no hay objetividad”.
La posverdad es un emborronamiento de la frontera entre la verdad y la mentira y crea una tercera categoría, un hecho ficticio, que descontextualiza o exageran datos. Por ello, los hechos objetivos tienen menos influencia.
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