En los seis primeros meses de este año, apenas se han recaudado $29 millones, pero obtener una herencia es un trámite costoso y engorroso. ¿Conviene desaparecer el impuesto?
Herencias: ¿una alegría o un problema? Cuando alguien fallece siempre espera permanecer, de muchas maneras, en la vida de los que alguna vez amó. Una de ellas es legar una herencia. Sin embargo, los procesos para recibir una herencia en el país pueden tornarse costosos y engorrosos. En una entrevista con Ecuavisa, por los 100 días de Gobierno, el presidente, Guillermo Lasso, anunció algunas reformas tributarias. Entre ellas, eliminar el Impuesto a la Herencia. Pero, ¿de qué se trata este impuesto?
El Servicio de Rentas Internas (SRI) especifica que este impuesto se aplica a las personas que reciben herencias, legados, donaciones y “todo tipo de acto o contrato por el que se adquiera un dominio o título gratuito de bienes”.
Detalla que la valoración de bienes se efectúa con base en el artículo 58 del Reglamento de la Ley de Régimen Tributario. Al año 2020, el impuesto a pagar era del 5% cuando la fracción recibida era de entre $72.090,01 y $144.180. Se pagará el 35% de impuesto cuando el monto sea de $865.113,01 en adelante.
El presidente Lasso declaró: “El más modesto de los ecuatorianos es dueño de un terrenito, de una casa, de un barco pesquero, de una finca. Y ¿qué quiere? Que el esfuerzo de su vida llegue a sus hijos, no al Estado. Por lo tanto, ese impuesto que atemoriza y molesta a los ciudadanos vamos a eliminarlo”. Añadió que no genera ingresos al Fisco.
El SRI incluye este impuesto en sus estadísticas generales de recaudación de enero a julio del 2021. Entre esos meses por herencias se han recaudado $29 millones. Abril fue el mes que menos recaudó con $13 millones. El impuesto sí se encuentra entre uno de los que menos generan para el Estado. Sin embargo, no es el único. El impuesto a los consumos especiales de bebidas no alcohólicas genera casi un 60% menos que el de las herencias. Entre enero y julio se recaudó $8 millones.
La abogada María Paz Jervis comenta que esta decisión tiene, por supuesto, una carga política e ideológica. Añadió: “Recordemos que esto no puede divorciarse del discurso político potente. Lo que se pensaba es que, si son ricos, tienen que pagar ese dinero porque ellos no lo han trabajado. Sin embargo, ese dinero ya ha pagado impuestos y ha generado contribución”. En este caso, la abogada afirma que existe el principio de justicia.
Respecto al proceso de eliminación del impuesto, Jervis dijo que la iniciativa siempre nace del Ejecutivo, pero las reformas tienen que llegar al Legislativo. En la reserva de ley de materia tributaria comentó que requiere mayoría absoluta. Es decir, la aprobación de 70 asambleístas dará paso al proyecto.
En un reportaje de La Hora, se evidencia lo difícil que es el proceso para pagar este impuesto. Uno de los principales problemas es que no existe una cultura de testamento, por lo que la repartición de la herencia se dificulta. Una vez solucionado el problema previo, si se trata del dominio municipal, se tiene que pagar un impuesto a las utilidades y plusvalías sobre el valor de los bienes recibidos. Esto puede ir de 0,5% al 10%. También se deben realizar otros trámites, como el traspaso de dominio. Estos pueden costar entre $100 y $3.500. El medio añade: “Se debe tomar en cuenta que también hay que cumplir con otros procesos, como la obtención del certificado de defunción”.
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