La web es un mar de contenidos en donde se mezcla información verificada, errónea o maliciosa, sátira, parodia, contenido engañoso, falso y manipulado, o simplemente propaganda política. ¿Qué se puede hacer para verificar el contenido en redes sociales? A continuación unas claves que ofrece el Manual de educación y capacitación en periodismo de la Unesco:
¿Quién escribió?
El punto de partida para evaluar la confiabilidad del contenido es definir quién o quiénes, son los autores para verificar la fuente principal de información. Realizar una breve búsqueda en Google sobre esa persona, personas o plataforma ayuda a definir qué tipo de fuente es.
Por ejemplo, si encuentras una plataforma, busca patrones en las publicaciones que te ayuden a aclarar si es o no una fuente confiable o creíble.
¿Dónde está publicado?
En internet existen muchas páginas web y cuentas de redes sociales que reproducen textualmente información, opiniones, noticias, etc. , sin realizar un filtro de verificación. Lo ideal, entonces, es buscar la fuente principal para definir si es o no confiable.
¿Qué puedo verificar?
Existen herramientas sencillas y gratuitas para verificar imágenes y videos. En cuanto a imágenes, puedes realizar una búsqueda inversa en Google para encontrar la fuente principal, la fecha en que se creó o se publicó en la web, y descubrir si existen versiones manipuladas o tiene alguna restricción de uso.
Otra manera de verificar imágenes es a través de TinEye, que permite encontrar duplicados y muestra todos los sitios donde se publicó esa fotografía. Para videos, Youtube DataViewer (únicamente para videos de esa plataforma) y Frame by Frame entregan detalles sobre las publicaciones que como usuarios pueden pasar desapercibidos.
¿Cómo es el mensaje?
Al recibir una nota, cadena de WhatsApp, o mensaje publicado en Facebook, fíjate qué datos están citados (quién lo dijo, dónde se publicó y si la fuente tiene credenciales). Entender el contexto detrás del contenido es importante.
¿Por qué me llegó esta información?
Como usuarios interconectados recibimos información a toda hora, desde muchas fronteras, por eso, la actitud correcta al buscar información es dudar de todo lo que llega a nuestras manos. Si sospechamos de algo, es mejor no compartirlo.
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