Dic 10

El Sistema sellado por Chávez y Correa camufló el cometimiento de varios delitos

El informe borrador de la Comisión de Fiscalización establece cómo un reducido grupo de empresarios usó el SUCRE para beneficio propio.

Una red de corrupción que, amparada en el sistema Sucre, simuló exportaciones ficticias entre Ecuador y Venezuela con millones de dólares de por medio. Empresas sin mayor experiencia en comercio exterior que fueron creadas con el fin exclusivo para simular esas exportaciones. Permisividad de las autoridades de control para operar bajo la apariencia de licitud. Estos son algunos de los elementos que recoge el informe borrador de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea sobre las operaciones de la empresa Fondo Global de Construcción (Foglocons) en Ecuador. Aún se espera la aprobación definitiva por parte de la Mesa, pero los cambios sugeridos no afectarán la base del contenido del documento. 

Tras esa fachada empresarial con negocios en al menos cinco países estaba Álex Saab, considerado el testaferro del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y que hoy está detenido en los Estados Unidos por liderar una red de corrupción internacional. En nuestro país operaba a través de Foglocons.

El mecanismo era simple. A través de esa compañía, empresas venezolanas importaban especialmente materiales para la construcción de casas prefabricadas, uno de los programas “estrellas” del régimen de Maduro. Eran empresas sin mayor experiencia en el comercio internacional y sin mayor sustento financiero. Por ejemplo, en octubre de 2012, la empresa ELM Import, sin mayor experiencia en construcción, firmó con el gobierno venezolano un contrato para la construcción de 5.600 viviendas multifamiliares a un costo de 435 millones de dólares. ELM Import era una de las empresas vinculadas a Saab y Álvaro Pulido, su socio en el lavado de dinero según informes internacionales.

Al realizar la exportación, desde Venezuela se cancelaba a través del Sistema SUCRE, que en Ecuador se transformaba en dólares, pero ese dinero no se quedaba en el país sino que a las pocas horas se remitía a los considerados paraísos fiscales. “Con el sistema de control cambiario que operaba en Venezuela, todas las empresas venezolanas que ordenaban supuestas importaciones del Ecuador, obtuvieron millonarios beneficios y recursos monetarios a través de ese diferencial cambiario”, consta en el documento. Recursos que se quedaban en un reducido grupo de empresarios y funcionarios. Según la Comisión, la Fiscalía de Florida, en Estados Unidos, informó que entre marzo de 2012 y finales de 2014, Saab y Pulido realizaron transferencias por más de 350 millones de dólares desde Venezuela a bancos corresponsales en Estados Unidos “donde varios ecuatorianos han sido los beneficiarios de estos dineros al haberse demostrado sus participaciones societarias en el territorio americano, así como en instituciones financieras en otros países”.

La operación 

Foglocons operaba en Venezuela, Colombia y Ecuador y creó un holding de empresas desde Malta, con empresas españolas.  El informe establece que una red de corrupción operó utilizando las herramientas que habían sido aprobadas por todas las instancias constitucionales, lo que permitió que el “expresidente Rafael Correa instrumentara y reglamentara toda la operatividad con que funcionaría el Sistema SUCRE, que  serviría de escenario para una trama delictiva”.

El monto de exportaciones realizadas entre el 2010 y el 2019 alcanzó los 2.697 millones de dólares, en las cuales intervinieron 308 empresas y el 99% de transacciones se hizo con Venezuela. Las alertas saltaron en el 2013, cuando el Servicio Nacional de  Aduanas registró exportaciones totales por 461 millones de dólares, mientras que las exportaciones a través del SUCRE totalizaron 822 millones. 

Para la Mesa de Fiscalización, la mayoría de transacciones comerciales con el Sistema SUCRE eran ficticias y sobrevaloradas, por lo que se constituyó en herramienta para cometer actos de enriquecimiento ilícito, peculado, defraudación tributaria, lavado de activos. 

“Es asombroso tener que reconocer que el fiscal general de la época, Galo Chiriboga, ya tenía conocimiento de que los empresarios encabezados por Álex Saab y Álvaro Pulido tendrían redes con el narcotráfico internacional y que las mismas estarían operando con el Sistema SUCRE (…). Sin embargo, no ejerció ninguna acción según su mandato legal”, consta en el documento. 

Entre las recomendaciones del informe borrador está que se remita la documentación a la Fiscalía para que realice las acciones en el marco de su competencia para investigar a los funcionarios que permitieron esas irregularidades y que no controlaron a las empresas. 

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