Combatir la desinformación está en las manos de todos. Aunque existen profesionales cuyo trabajo es desmentir material engañoso, cualquier ciudadano puede contribuir.
Si hablamos de desinformación digital, un dispositivo conectado a Internet puede ser suficiente, pero el arma fundamental es el conocimiento. Un ciudadano no puede enfrentar la avalancha desinformativa desprovisto de saber.
Pensando en eso, la Unesco ha definido cinco leyes que permiten la formación de los usuarios a la hora de consumir información en las plataformas web:
- La información, las bibliotecas, los medios de comunicación, la tecnología y el internet son formas de comunicación para el compromiso con la sociedad civil y el desarrollo sostenible.
- Cada ciudadano es autor y transmisor de mensajes, por lo tanto, debe ser alentado a transmitir sus mensajes y expresarse.
- Cualquier información debe promoverse de forma veraz y comprensible para todos los ciudadanos.
- Cada ciudadano quiere saber las nuevas informaciones y poderse comunicar. Por esta razón, sus derechos nunca se deben comprometer.
- Finalmente promueve el proceso de alfabetización mediática e informacional como experiencia dinámica, que incluye conocimientos y aptitudes, así como, el acceso, cobertura y comunicación del contenido de los medios de comunicación.
En la siguiente infografía interactiva resumimos las leyes para que compartas en redes sociales y pases la voz:
Para la Unesco, la alfabetización mediática e informacional permite identificar las funciones de los medios de comunicación y de los dispositivos de información en nuestra vida cotidiana y en nuestras sociedades democráticas. Es un requisito previo indispensable para el ejercicio del derecho individual a comunicarse, a expresarse y a buscar, recibir y transmitir información e ideas.
El objetivo es proporcionar claves para evaluar a los medios de comunicación y las fuentes de información. La Unesco señala en su Programa de formación en alfabetización mediática e informacional destinado a los docentes que ha registrado la necesidad de una amplia educación básica que englobe fuentes de información y medios de comunicación escritos, virtuales y electrónicos.
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