Aseguró que es como una gripe fuerte, pero desde la OMS y desde expertos nacionales hay criterios que lo contradicen.
Tanto la Organización Mundial de la Salud como especialistas contactados por Ecuador Verifica aseguran que es un error minimizar o restar importancia a la mortalidad que puede causar la nueva variante del Covid-19, Ómicron.
Sobre este respecto, se difundieron post que asegura que el presidente, Guillermo Lasso, aseguró que el Ómicrón no es mortal y que es sólo como una gripe fuerte. La información es imprecisa.
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El presidente, tras explicar las cifras del total de personas vacunadas, que asciende al 82% de la población con las dos dosis, informó: “Hemos tomado las precauciones, estamos viendo los resultados, sí es una molestia contagiarse del Covid con la variante Ómicron, pero es como una gripe fuerte. Mientras que en el año 2021 llegábamos a 43 fallecidos por cada 100 mil contagiados; hoy no se llega ni a uno; por lo tanto, la población está protegida. Se han tomado medidas a través del COE, como suspender las clases una semana más, como medida de precaución para evitar el incremento de contagios, pero estamos ante una variante controlada, controlable, que no es mortal y que no está llevando a saturar las camas de los hospitales en Ecuador”.
El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, sin embargo, dijo desde la sede del organismo en Ginebra este 7 de enero de 2022 que la “variante Ómicron no debería considerarse como menos peligrosa, puesto que está matando a personas en todo el mundo”. Esta verificación fue hecha por Ecuador Chequea.
Pero a nivel nacional los especialistas también aseguran que Lasso se equivoca. El epidemiólogo de la Universidad Central de Ecuador (UCE) Marcelo Aguilar explicó que “Ómicron tiene baja letalidad, más o menos 0,5%, pero su transmisibilidad es muy alta, 4 veces más transmisibles que la gripe normal, en términos de volumen de infectados y de la letalidad no se puede descartar la gravedad que causa; además, su altísima transmisibilidad causa que muchas personas simultáneamente adquieran la enfermedad y trastorna las actividades cotidianas”.
Aguilar aseguró que “Ómicron causa un trastorno del orden social y económico, produce epidemias explosivas que duran cuatro semanas y no se puede soslayar diciendo que es un virus de poco impacto y poca mortalidad. Las autoridades deben cambiar su punto de vista”.
La epidemióloga Andrea Gómez Ayora coincidió con la posición de que es un error decir que el Ómicron no es mortal porque “al contagiarse muchas personas a la vez, por más baja que sea la probabilidad, incrementa el número de personas con necesidad de atención y también desconocemos si tiene síntomas a largo plazo”.
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